martes, 15 de enero de 2008

SÍ, ESCUCHASTE BIEN: SOMOS VELETAS

El sujeto del Río de la Plata (excluyendo al sujeto uruguayo) es el típico argentino que se las sabe todas. Orgulloso de su país, por no decir patriota y en algunos casos, extremadamente nacionalista, no sabe quienes son French y Beruti. A lo sumo, alguno te dirá que en la calle Beruti hay un buen bulo que sale 40 la hora. Es aquel que se pasea por el mundo llenando de flores al folklore el dulce de leche, el mate y el Martín Fierro, pero que en su país pone un disco de Ricky Martin, desayuna con Mendicrim, se toma un té a las 5 de la tarde y ve películas estadounidenses de los ’80 por Space.

El típico director técnico que habla con el diario del lunes, claro, si todos sabemos jugar todos los deportes, Nalbandian llega a la final pero es un fracasado porque perdió con Federer, si yo le rompía el orto a ese Federer, que ganó ese muerto, Suizo, pecho frío. Hoy sos Dios y mañana sos un banana. No será que el qué critica es un banana y cuando emite ese comentario es más banana de lo que era antes?

El argentino medio es el que:

  • ve los partidos en un bar (ni siquiera tiene las agallas de ir a la cancha y putear a 1 metro de sus jugadores)
  • recuerda melancólicamente sus épocas doradas de juventud (el fascista dice “en los ’70 estábamos mejor”, el zurdo dice “en los ’70 viví mis mejores momentos de combate”, el menotista dice “en los ’70 ganamos el mundial”, el metalero dice “miranda??? En los ’70 estaba deep purple”
  • bardea a Brasil, Uruguay, Chile e Inglaterra pero se caga hasta la médula cuando los tiene enfrente
  • veranea en mar del plata diciendo que son las mejores playas del mundo
  • se la da de sano y se lastra flor de asado, con un totin en la cena y lo disimula cortandolo con soda
  • da vuelta las palabras, como dolobu, totin, tordo, dogor, chegusan y la talis guesi

El tinoargen es así, así de hinchalasbo, tableirri y así de tomoles. Nosotros no nos damos cuenta porque vivimos entre muchos argentinos (es verdad, también hay un par de chinos y bolivianos que ya forman parte de nuestra sociedad veleta), pero un argentino en otra región del mundo se comporta de la peor manera posible, hablando todo el tiempo de las hazañas de Maradona, del video de Wanda Nara (como si en Europa no hay putas), de lo espectacular y amable que es la gente (nota de redacción: situación: son las 9 de la mañana en 9 de julio y corrientes, pleno centro, el obelisco de fondo. Se traba la máquina expendedora de boletos del 152, con 10 pasajeros en espera. La gente se queja porque llega tarde a su trabajo, hay mucho tráfico y le aumentaron el preciado bondi a 1 peso y su sevicio empeoró. Aumenta la tensión y la cosa se va poniendo quenchi. El chofer sigue conduciendo a pesar de las circunstancias con 17 pelados (2 eran suplentes y estaban más calientes) de un equipo de rugby que le arrojan su aliento en la nuca por llegar tarde al entrenamiento. Las puteadsa son instantáneas. El chofer no aguanta la presión y pierde el control del vehículo, incrustando su Mercedes Benz (los colectivos son Mercedes Benz) contra un taxi. El tachero baja con el traba-volantes para romperle la cabeza al chofer. El clima empeora. A su vez lo cagan a trompadas los rugbiers, los que se le trabó la máquina y los empleados de casino que no cobran hace 5 meses y marchaban a Plaza de Mayo). Somos así de giles.