martes, 30 de septiembre de 2008

Amerika

Bueno, antes que nada quiero pedir perdón a mis queridos lectores por no haber subido nada en tanto tiempo, la razón es que estoy escribiendo para otros 2 lugares que pueden servirme para mi futuro por lo que Vamos Toronja quedo en tercer lugar en cuanto a prioridades. Voy a intentar escribir más seguido por lo que Octubre puede ser un mes activo, no solo porque es mi cumpleaños en ese bello mes, sino porque tengo pensado hacer muchas actividades que pueden posteriormente ser relatadas en este blog.

La noche del Sábado empezó con unas dificultades para conseguir alcohol, el Jumbo nos cerró en la puerta y tan solo por 5 minutos no pudimos conseguir las ansiadas Stella Artois, el delivery donde pedimos ante la urgencia estaba cerrado, nos dirigimos a un kiosco pero hubo unas dificultades al no entenderle lo que decía el kiosquero cuando trataba de explicarnos cuanto costaba la Stella. Eran las 11:30 de la noche de un Sábado y no teníamos una gota de alcohol en nuestra sangre, repentinamente apareció la idea de ir a Amerika incentivados por la barra libre, un boliche al que teníamos ganas de ir a desde hace meses pero siempre tuvimos dificultades para poder ir.

Llegamos a las 12 por una mala información que me habían dado que hay que empezar a hacer la cola a esa hora, cuando llegamos había algo así como mil pendejos floguers calenturientos con un promedio de edad de 13 años que salían de la matiné, entramos a la 1 al boliche luego de que la cola se armara a las 12:40, 40 minutos haciendo huevo viendo como los chicos de 12 años se hacían los que estaban en pedo con una latita de Speed. Nos tendríamos que haber dado una idea de lo que era el boliche al ver que había solo hombres en la cola y las mujeres que había superaban los 40 años y los 90 kilos, eso decía mucho acerca del lugar. Luego de pagar la entrada nos dieron un profiláctico, la noche pintaba un tanto extraña.

Amerika es un boliche gay, tiene un poco de gay friendly pero al fin al cabo es un boliche gay. Yo me considero una persona bastante abierta en cuanto a sexualidad y eso, trato de juzgar lo menos posible, tal vez por algunas cosas que escribí algunos pueden pensar lo contrario, pero bueno. Puede parecer sorprendente pero estando en el siglo 21 y viviendo en una ciudad bastante importante nunca había visto 2 hombres besándose, puede parecer increíble pero de no haber visto ninguno pase a ver cientos. Me habían dicho que la proporción de gente heterosexual y homosexual era un 50 y 50. Bueno, esa proporción es una gran mentira la cosa era más o menos así:
-85% Hombres gay.
-5% Travestis.
-2% Mujeres lesbianas.
-1% Mujeres heterosexuales.
-2%Mujeres bisexuales.
-5% Hombres heterosexuales.
Creerán que estoy exagerando, pero no. Es así, yo tenía otras expectativas en cuanto al lugar y me decepciono mucho. La barra libre es una estafa porque el Fernet no es branca y es el Fernet más amargo que probé en mi vida, el Gancia no es marca Gancia, no hay speed y todos los tragos tienen un licor de muy mala calidad. El alcohol está al mismo nivel de mala calidad que el de Cult, los que conocen Cult se harán una idea, si quieren ir por la barra libre es una mala idea.

La noche desde que entramos hasta un momento iba bien, pero hubo un problemita, empezaron los toqueteos. Por fin pude ver lo que siente las minas en un boliche, no está nada bueno. Yo no tengo problemas en admitir que ocasionalmente toco culos en los boliches, más que nada para marcar territorio, es como que te estableces en un lugar y lo tenes que defender. Los perros mean, los pájaros cantan y los hombres tocan culos, lo hago y la gran mayoría de hombres lo hace. Bueno, los hombres gay son un poco más lanzados en ese tono. Estoy caminando a la barra y un tipo al que no pude ver me toco el orto de una manera muy sexual, algo que me incomodo bastante, porque no fue una tocada de orto tipo nalgazo sino que me apretó la nalga, algo sumamente asqueroso. Más tarde estoy bajando unas escaleras y un tipo me toco el bulto haciéndose el pelotudo, luego un gordo travesti rubio mirándome a los ojos mientras yo estaba parado sin joder a nadie pasa y me tantea la verga de la peor manera posible, fue el peor momento que pase en mi vida en cuanto a lo sexual, el gordo me miro y sin importarle nada me metió terrible manotazo, lo peor es que no se puede hacer nada porque una vez que asumís ir a Amerika te tenes que preparar para estas cosas, no te podes ir a pelear. Me decepciono mucho que ningún gay me haya encarado y si me hayan toqueteado, ningún puto, puto me encaro… yo quería que me encare un gay para usar la gloriosa frase de “Lo siento Sr. Gay pero no me gustan las cosas que no se pueden decir. Me siento halagado… tal vez un poco curioso, pero la respuesta es no.” Los únicos dos lugares donde lo pueden encarar a un hombre son un boliche gay o un cabaret. Me faltaba cumplir el encare del boliche gay para rechazarlo con estilo.

Las minas que hay en Amerika son muy más o menos, debe haber aproximadamente 15 minas que se podía decir que estaban muy buenas nada más, había minas que pasaban pero la proporción era muy baja comparada con cualquier otro boliche. Había mucha gente grande, y cuando digo grande estoy hablando de grande de verdad tipo 40 años para arriba, eso en realidad esta bueno. Yo cuando tenga 40 años ojala tenga ganas de ir a bailar todavía, pero no me gusta que esa gente este en el boliche al que voy yo, pero a decir verdad yo soy el que está colgado en Amerika por lo que no puedo decir nada. Había muchos gays tipo locas, que son los peores. No me mal interpreten pero estos gays no me caen bien. Simplemente no me caen bien, en cambio el gay de esos que no sabes si son gays o no es otra cosa, es algo personal pero el gay muy gay me parece un exceso.

Me resulto muy gracioso que un amigo al que considero cariñosamente una de las personas más homofóbicas que conozco con el pasar de la noche se vaya transformando en un gay friendly a tal punto que en un momento quería pasar por el túnel, si de darle asco los gays paso a tener ganas de pasar por el tenebroso túnel del sexo. Yo pase por el túnel ni bien entramos sin saber que era el túnel y recibí una tocada de orto, pero a decir verdad se lo exagera demasiado yo creí que iba a haber gente en bolas mal garchando, algo que habría sido un tanto asqueroso o difícil de observar.

Amerika no me gusto, no creo que vaya a regresar porque no es un boliche de mi estilo. De algo que no me puedo quejar fue de la música, pasan todo el tiempo electrónica. Pero descubrí que como me quejo de que en otros boliches solo pasan 10 minutos, si pasan todo el tiempo marcha te terminas hartando. En Amerika jugábamos de visitante por lo que hay que asumir las consecuencias, de todas maneras es un boliche al que hay que ir a ver qué onda no te podes retirar de la noche porteña sin haber conocido este extraño boliche.